Powered By Blogger

jueves, 26 de marzo de 2015

¿Cómo nos conectamos a internet?

 
Internet llega a nuestros hogares gracias a las Redes de Acceso, es decir, al cableado que une la central telefónica con cada uno de los hogares.
 
Actualmente, existen tres tipos de tecnologías de conexión:
 
Cobre = ADSL  Telefónica alquila la red al resto de operadores:
 
         7Mb/s
ADSL
       800 kb/s
 
       24Mb/s
ADSL 2+
       1 Mb/s
 
 
        50Mb/s
VDSL2
       10 Mb/s
 
La velocidad máxima no es la misma en todos los hogares, depende de varios factores:
  1. De la distancia de la central al hogar del usuario.
  2. Interferencias por conexiones de vecinos.
  3. Mantenimiento de la red o la antigüedad del cable.
  4. Estado del cable en el hogar del usuario.

 
Fibra Óptica  Velocidades de acceso a internet cada vez mayores. No hay pérdida de velocidad al alejarnos de la central ni por interferencias de vecinos.  
 
Cable = Redes híbridas (una parte de fibra y otra de cable coaxial) Las velocidades son tan altas como las de fibra. 
 
 

Frente a la comodidad que ofrece el WiFi sigue prevaleciendo la garantía (tanto en velocidad y seguridad) que supone conectarse a través de cable. Aunque una opción u otra no hará ir más rápido el acceso a Internet respecto al máximo contratado.
 
Según un estudio realizado por el portal Testdevelocidad entre tres millones de muestras válidas entre el primero de enero y el 31 de marzo de 2012, el rendimiento de las conexiones sin cables de banda ancha tiene una caída de hasta un 62,4%. Señala este portal que la pérdida de aprovechamiento es mayor conforme la velocidad de conexión a Internet contratada sea mayor. Es decir, los clientes con conexiones a Internet de 20, 50 o 100 megabytes por segundo suelen tener una caída de rendimiento superior al 50%, según el proveedor de acceso a Internet contratado.

Una de las causas de este descenso está en la forma en que se envían y se reciben los datos. Mientras una conexión WiFi funciona mediante una señal de radio que no permite que el envío y la recepción de datos se pueda realizar de forma simultánea ("half-dúplex"), las conexiones de cable Ethernet sí pueden funcionar de manera que los datos se envíen y se reciban al mismo tiempo ("full-dúplex"). En este sentido, algunos investigadores trabajan desde hace años en encontrar una forma de convertir las redes wifi en "full-duplex" para duplicar su capacidad actual.
 
En conclusión, una conexión a Internet por cable siempre será más estable y rápida que una conexión inalámbrica, aunque implicará el tendido de cable.

Por otro lado, a pesar del descenso de precios y de que el número de accesos a Internet de banda ancha supera el 73% de los hogares, España aún tiene un arduo camino por recorrer para lograr democratizar plenamente el acceso a la Red.
 
Más conexiones, más velocidad, menos precio
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario